lunes, 1 de junio de 2009

Sector automotor: prioridad cero

Esperas de aproximadamente 100 días para recibir la cancelación de CADIVI, dificultades en la aprobación de permisos necesarios para la producción y conflictos laborales con los empleados han generado una situación de peligro que ha venido amenazando a ensambladoras, productores e importadores de la industria automotriz venezolana

José Puglisi

La carrera que enfrenta el sector automotor venezolano por retomar sus niveles de producción y poder desarrollarlos de acuerdo a su capacidad instalada se ha visto truncada por las incoherentes políticas empleadas hasta ahora por el Ministerio del Poder Popular para el Comercio (antes Milco) y los conflictos generalizados que afectan la industria. Una de las decisiones planteadas por el organismo público fue el cese de la entregas de licencias de importación, las cuales se otorgaron por última vez en el cuarto trimestre de 2008 y aún no han sido renovadas bajo el argumento de incentivar la producción nacional.


Dicha medida afecta claramente a todas aquellas empresas que trabajan directamente con vehículos o piezas totalmente importadas, los cuales llevan seis meses luchando por la obtención de los permisos correspondientes, cuya espera se ha traducido en pérdidas en su facturación y parálisis de las inversiones previstas para este año. No obstante, pensar que éste es un problema que sólo atañe a las importadoras sería un grave error, debido a que las mismas licencias son requeridas por las ensambladoras nacionales.

Con respecto a esto, Wilfredo Valdivia, directivo de la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez), explicó que “las ensambladoras y fabricantes de partes tenemos materiales en los puertos de origen que no han podido ser embarcados por no contar con las autorizaciones de divisas”.

Fuente: Dinero. Para ver el artículo completo, haga clic aquí.

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