jueves, 3 de junio de 2010

Venezolanos hacen labor de inteligencia para abastecerse

Luis Alberto García cuenta que los miembros de su familia se reparten entre ellos lo poco de azúcar, café o harina que consiguen en el mercado, en una solidaridad que suele ampliarse para localizar las escasas medicinas o repuestos para autos.

Las faltas intermitentes de productos en el país petrolero se iniciaron unos tres años atrás, lo que llevó a los consumidores a organizar largas recorridos en busca de algunos artículos, a pasarse entre sí datos de abastecimiento o a modificar sus hábitos de consumo según la disponibilidad.

El presidente Hugo Chávez culpa de la escasez a un ánimo de lucro de empresarios que esconderían productos para inflar los precios, pero los privados claman que la regulación de precios elimina su ganancia o los obliga a vender a pérdida.

Los controles económicos son crecientes -sobre el tipo de cambio, precios y producción- y hasta ahora no han logrado mejorar el abastecimiento. Empresarios dicen que no amplían su capacidad industrial por temor a ser expropiados como se ha hecho con miles de hectáreas de tierras y decenas de empresas y comercios.

Vehículos desechables


Otro rubro escaso es el automotriz. Para comprar un vehículo hay que anotarse en una lista y esperar varios meses hasta que exista disponibilidad, en medio de la restricción de divisas para la importación y conflictos sindicales que detienen intermitentemente a las ensambladoras locales.

Y si se dañan, los repuestos escasean y disparan quejas de conductores con vehículos "parados" por falta de repuestos.

"Aquí no hay marca de vehículos que no tenga fallas" en el abastecimiento de repuestos, dijo a Reuters Frisné Piñate, presidenta de la Cámara Nacional de Comercio de Autopartes. "Pero eso no viene de ahorita, tiene más de dos años", agregó.

Piñate explicó que sólo el 25 por ciento de los repuestos se fabrica en el país, pero mientras el parque automotor envejece, la entrega de divisas a la Cámara ha descendido sustancialmente.

"Esto es una gincana (hay que hacer malabares)", dijo Piñate contando dificultades para vender repuestos: la lenta obtención de un certificado de producción insuficiente o no producción nacional, la falta de venta de divisas reguladas al sector por varios meses en el 2009 y ahora el cierre del mercado de cambio "paralelo" por dos semanas.

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