miércoles, 6 de agosto de 2008

Cero repuestos

Valencia, agosto 4 (REDACTA).- Para el usuario venezolano, los malabarismos para poder conseguir un repuesto de vehículo son cosa de todos los días. Una manguera para los frenos o una bomba de gasolina pueden significar horas, días o meses de intensa e infructuosa búsqueda.

Los más afectados son los dueños de carros de 2008, indiferentemente de la marca y casi al unísono coinciden en que el control de cambio a través de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) y las restricciones del Ministerio de Industrias Ligeras y Comercio (Milco) son los responsables del déficit de las piezas automotrices.

Una resolución del Ministerio de Producción y Comercio, publicada en la Gaceta Oficial Nº 36.850 del 14 de diciembre de 1999, establece las normas de funcionamiento de la industria automotriz nacional y a su vez obliga a mantener un inventario por un lapso determinado para satisfacer las necesidades del mercado local.

El artículo 6 de dicha normativa ordena que “las empresas ensambladoras, así como las empresas comercializadoras de vehículos importados, deberán prestar el servicio de mantenimiento mientras dure la garantía de venta, asimismo deberán mantener el suministro de repuestos en calidad y cantidad, normalmente aceptada en el mercado, por un lapso mínimo de diez (10) años contados a partir del último año de producción o importación de los modelos por ellas ensamblados o importados, aun cuando éstos hayan sido descontinuados o la empresa haya cerrado sus operaciones de fabricación o importación de vehículos en el país”.

Igualmente, en el artículo 7 se establece que estas empresas, “con el propósito de facilitar a los usuarios la obtención en el menor tiempo posible de cualquier repuesto fundamental para el funcionamiento de los vehículos por ellas ensamblados o importados, deberán poseer en sus puntos autorizados de servicios o de ventas de repuestos, un sistema de información del inventario de repuestos a nivel nacional, de sus relaciones y un servicio opcional a sus clientes de pronta consecución y despacho en la misma localidad”.

El calvario

Buscando mejorar su calidad de vida y evitar el uso del paupérrimo transporte público, la mayoría de los venezolanos logra adquirir su vehículo nuevo, con alguna cuota de sacrificio. Lo que nadie se espera es el calvario que debe transitar cuando una pieza del carro se daña o tiene la mala suerte de chocar.

Luis Enrique Ochoa, propietario de un vehículo Chevette 84, relató que “los problemas se presentan con las aseguradoras. Tengo amigos que tienen carros nuevos y cuando ha tenido algún siniestro no consiguen los repuestos. Para los viejos, como el mío, sí se consiguen, en las chiveras, por ejemplo”.

Fuente: El Carabobeño. Si desea leer todo el artículo, haga clic aquí.

No hay comentarios:

Búsqueda personalizada