La crisis de Johnson Controls, fabricante de asientos para vehículos, empuja hacia una encrucijada a las prin- cipales ensambladoras del país.
El pasado 31 de octubre Johnson Controls paralizó sus actividades debido a un conflicto laboral, interrumpiendo también la producción en Ford, Chrysler y General Motors (GM).
Actualmente las tres ensambladoras operan al mínimo de su capacidad ante la falta de butacas para sus vehículos. En conjunto, las tres representan el 72% de la fabricación nacional.
Sumado a la incertidumbre que genera la situación de Johnson Controls, el margen de maniobra que tienen las ensambladoras es escaso. "La importación no es una alternativa", indicó una fuente ligada a la industria. Según explicó, la dificultad para obtener divisas y las licencias de importación complicarían este procedimiento.
Adicionalmente, comprar los asientos en el exterior representa problemas "logísticos" por las dificultades para contratar por corto tiempo a un proveedor internacional, así como para traer al país la mercancía.
Si en los primeros diez meses de 2008 la producción nacional de autos cayó 19,55% con respecto al mismo período del año pasado, en las cifras de noviembre se verá el impacto de este conflicto.
Con Información De Roberto Deniz
Fuente: El Universal
miércoles, 12 de noviembre de 2008
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